9 de agosto de 2022

Soy un meme

Mi cara sale en el periódico. En todos los periódicos. Hablan de mí en los informativos y redes sociales. Soy un puto meme. Ahora sé lo que es la presión mediática, el acoso, la burla y el odio.

        Antes de tirar el teléfono por el balcón, mi superior me ha dicho que soy un imbécil, que no hable con nadie y que no cuente con renovar. ¡Qué poco sentido del humor! Por mi culpa también peligra su cabeza y la de medio departamento. Hasta el presidente se ha interesado por mí. Él y sus matones, claro. Esos cabrones uniformados me han destrozado el apartamento buscando quién sabe qué. Tras derribar la puerta, con la eficaz amenaza que supone que te apunten con una pistola, me han obligado a quedarme quieto en el sofá. Jamás había sentido tanta impotencia hasta ver cómo esos animales vaciaban todos los cajones en el suelo, volcaban muebles o acuchillaban el colchón. Luego se han ido sin dar explicaciones.

        Era una apuesta entre compañeros, joder. Creí que el inútil del director nos seguía el juego. Que por fin participaba en una broma. Qué iluso fui. Él solo quería su medalla. De haberme percatado, le habría dicho que, lo que estaba a punto de difundir como las nuevas imágenes del universo, eran en realidad las fotos microscópicas del filamento de una bombilla.


Micro escrito para La Parroquia a partir de la imagen propuesta.
Julio de 2022 

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