2 de octubre de 2012

Marián.

Entró en el gran salón con una decisión que jamás había tenido. Segura de sí misma, avanzó con la barbilla alta mientras su larga melena rubia bailaba al son que marcaban sus pasos firmes y decididos. Su gran sonrisa le daba un aire agradable y cercano, muy lejos quedaba ya su etapa oscura en la que perdió toda su joven vitalidad. Por fin la terapia había funcionado y Marián era otra persona. La persona que siempre fue hasta que lo conoció.