21 de mayo de 2019

Turbadoras miradas.



Queridos oyentes, muchas gracias por vuestro apoyo y paciencia con esta humilde locutora que tanto disfruta narrando grandes y pequeñas historias. Sé que no es propio de mí ausentarme tanto tiempo del micrófono, y pido disculpas por ello, pero recientemente he pasado por algo muy desagradable, y he preferido tomarme un descanso. Sinceramente, no me veía con fuerzas de grabar algo que bajara la calidad del programa por culpa de mi estado anímico y, aunque ya me siento mejor, y espero volver a retomar pronto la dinámica de trabajo habitual, hoy vais a tener que perdonar que me salte mi propio guion. Aunque sólo sea por esta vez, necesito detallar algunos sucesos que, sin pretenderlo, he vivido en mis propias carnes. Sentir que estáis al otro lado escuchando creo que me servirá como terapia de choque, por eso no podía dejarlo pasar. Encontraréis algunos paralelismos con las ficciones que nos gustan en este programa, o tal vez no, y llegaréis a creer que están extraídos de alguna serie o novela, sin embargo, os prometo que son tan ciertos como que me llamo Gina.
Antes de empezar, quiero que sepáis que no vais a oír efectos sonoros más allá de un poco de música de fondo. Si notáis que improviso o escucháis algún fallo, se debe a que estoy haciendo mi primer directo. Sí, como suena, no hay edición, repito: estoy en directo. Tal y como os adelanté en Twitter, he superado la vergüenza y podéis verme ahora mismo a través de YouTube. A los más de mil doscientos que ya estáis conectados, os mando un beso, que hago extensivo para los que escuchéis más tarde el podcast.
Confieso que he pasado unos días estresantes corrigiendo el texto, haciendo pruebas con la cámara y temiendo que a última hora me diera un ataque de ansiedad o algo así, pero la verdad es que me siento genial.
Antes de que se me olvide, aunque ya os he dicho que esta historia es real, me he tomado sutiles licencias adaptando algunos detalles o escenarios para hacerlo más novelesco. Para evitar conversaciones, lo he escrito para ser narrado en primera persona, pero siempre por separado desde el punto de vista de cada personaje y variando los tiempos verbales. No sé si habré acertado, vuestros comentarios me sacarán de dudas. Sin más, paso a relatar esta historia.
Que la disfrutéis.