Queridos oyentes, muchas gracias por
vuestro apoyo y paciencia con esta humilde locutora que tanto disfruta narrando
grandes y pequeñas historias. Sé que no es propio de mí ausentarme tanto tiempo
del micrófono, y pido disculpas por ello, pero recientemente he pasado por algo
muy desagradable, y he preferido tomarme un descanso. Sinceramente, no me veía
con fuerzas de grabar algo que bajara la calidad del programa por culpa de mi
estado anímico y, aunque ya me siento mejor, y espero volver a retomar pronto
la dinámica de trabajo habitual, hoy vais a tener que perdonar que me salte mi
propio guion. Aunque sólo sea por esta vez, necesito detallar algunos sucesos que,
sin pretenderlo, he vivido en mis propias carnes. Sentir que estáis al otro
lado escuchando creo que me servirá como terapia de choque, por eso no podía
dejarlo pasar. Encontraréis algunos paralelismos con las ficciones que nos
gustan en este programa, o tal vez no, y llegaréis a creer que están extraídos
de alguna serie o novela, sin embargo, os prometo que son tan ciertos como que
me llamo Gina.
Antes
de empezar, quiero que sepáis que no vais a oír efectos sonoros más allá de un
poco de música de fondo. Si notáis que improviso o escucháis algún fallo, se
debe a que estoy haciendo mi primer directo. Sí, como suena, no hay edición,
repito: estoy en directo. Tal y como os adelanté en Twitter, he superado la
vergüenza y podéis verme ahora mismo a través de YouTube. A los más de mil
doscientos que ya estáis conectados, os mando un beso, que hago extensivo para
los que escuchéis más tarde el podcast.
Confieso
que he pasado unos días estresantes corrigiendo el texto, haciendo pruebas con
la cámara y temiendo que a última hora me diera un ataque de ansiedad o algo
así, pero la verdad es que me siento genial.
Antes
de que se me olvide, aunque ya os he dicho que esta historia es real, me he
tomado sutiles licencias adaptando algunos detalles o escenarios para hacerlo
más novelesco. Para evitar conversaciones, lo he escrito para ser narrado en
primera persona, pero siempre por separado desde el punto de vista de cada
personaje y variando los tiempos verbales. No sé si habré acertado, vuestros
comentarios me sacarán de dudas. Sin más, paso a relatar esta historia.
Que
la disfrutéis.