7 de junio de 2012

KDD-2012

Apenas había podido dormir en toda la noche. María llevaba tiempo esperando ese día y aunque estaba agotada y con un ligero dolor de cabeza, se sentía feliz porque ese día ya había llegado. Por un lado le aterrorizaba la idea de encontrarse cara a cara con las personas con las que desde hacía meses, algunas incluso años, llevaba chateando, pero por otro lado necesitaba ponerles voz y compartir con ellos algo más que reflexiones, fotografías y bromas tras una pantalla. Además ese día tan especial, no sólo le daría la oportunidad de conocer personalmente a las cuarenta y cinco personas que se habían armado de valor para la quedada, con un poco de suerte, si lograba vencer su timidez se acercaría definitivamente a Juan.