20 de agosto de 2012

La bestia.

Desde que recordaba en su más tierna edad, había tenido pesadillas en las que una horrible bestia pálida cubierta de extraños ropajes le golpeaba mientras lanzaba unos gruñidos tan altisonantes como desagradables. Normalmente se repetían cada vez que estaba enfermo, aunque también cuando algo le alteraba.
Hacía varios días que se venían repitiendo. Quizás los ruidos que procedían algunas madrugadas en lejanía del bosque eran la causa.