Las mujeres matan, mutilan, son capaces de los terrores más abominables. En esta compilación de relatos de terror hemos querido reflejar la voz femenina más oscura; la del trauma, la demencia, la irracionalidad. Porque de la boca de una mujer no solo salen poemas, nanas, palabras de dulzura. Sale el horror más incomprensible, sale la venganza, sale la destrucción.
Junto a César G. Damiá, participo en la última antología coordinada por Lorena Escobar, una colección de relatos que giran en torno al terror, desde algún punto femenino.
Títulos y autores que participan:
Virgencita, virgencita, de Sheila Fernández Martín.
La sombra de Elena, de Oscar Nox.
Perder el tren, de Ainhoa García.
Piruja, de Rubi Giráldez González.
Estás jodida, cariño, de Jorge Capote.
El pozo de los parritas, de JD Martín.
Vives en la luna, de Tamara López.
Amor incondicional, de Óscar Navas.
Instinto, de Chus Sánchez.
La Madre, de Pruden Rodríguez.
El dentista, de Lucas Naranjo.
Dientes de leche, de Sergio Requejo.
Frío ardiente, de Daniel Aragonés y Román Sanz Mouta.
Con cuchara s’opera, de César G. Damiá y Vicente Ortiz.
Kuru, de Jesús Durán y Libertad García-Villada.
Balada de aguja y arpillería, de Rocío Tizón.
Cuenta atrás, de Susana Torres Cabeza.
De primero, patatas con…, de Yolanda Fernández.
Sesgo oscuro, de Rosa Galdo Millán.
Atrapada, de Xandra Bilbao.
La revelación, de Aida Dopazo García.
La historia de Lea, de Carlos Ruiz e Isabel Ruiz.
El día no es mío, de Espiga y pluma.
El cazautógrafos, de Estíbaliz Burgaleta.