12 de mayo de 2022

Vía libre

Tras la explosión, la repentina nube de muerte se expandió alrededor del hongo nuclear. En la estación espacial, los camaradas Rodríguez y Mendoza, anotaban en la pantalla el número ochenta y dos junto a unas coordenadas. Solo habían pasado doce horas desde que Andorra liberara la primera bomba sobre Londres. De nada sirvieron los comunicados que hablaron de error o saboteo.

        Los latinautas fueron testigos de la cadena de ataques que asolaron Europa y Asia poco después. Luego, confusión. Una falsa tregua rota por las réplicas que no tardaron en sucederse. En solo unas horas, las difusas siluetas del resto de continentes también quedaron difuminadas bajo los gases que cubrieron el planeta con un apocalíptico manto gris.

        En la estación, los navegantes espaciales se miraron en silencio. Uno de ellos posó la mano sobre el hombro de su compañero y asintió. El otro suspiró antes de enviar el mensaje: «Planeta arrasado. Vía libre para la ocupación».

Micro para Forjadores de relatos. 
Nº de registro 2205121123296 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te ha parecido? Puedes hacer un comentario y compartir la entrada. Gracias.