Esto no es más que una serie de palabras enlazadas que dan forma a las pequeñas historias que deambulan por mi cabeza.
24 de febrero de 2019
Promo Cuaderno de bitácora.
Video promocional del relato "Cuaderno de bitácora". Próximamente disponible en el podcast de Olga Paraíso, Historias para ser leídas.
20 de febrero de 2019
Aguas oscuras.
Vídeo realizado a partir de unas fotos y el relato "aguas oscuras" escrito por Vicente Ortiz.
Narración y edición de audio por La Nebulosa Ecléctica.
Narración y edición de audio por La Nebulosa Ecléctica.
11 de febrero de 2019
Podcast del relato "La mansión Farrell".
Audio relato escrito por Vicente Ortiz.
Narrado y editado por La Nebulosa Ecléctica.
Escucha la lista completa en Ivoox.
Audio con mejor calidad de sonido en Mega.
Escucha la lista completa en Ivoox.
Audio con mejor calidad de sonido en Mega.
1 de febrero de 2019
El faraón desconocido.
C
|
on
esta carta de despedida, sólo quiero pedir perdón y dar a conocer unos hechos
que vivió mi abuelo materno hace muchos años y que, por desgracia, se han
repetido. Su historia la contó en el lecho de muerte, y, aunque yo era un niño,
jamás he olvidado sus palabras. Mi madre, seguramente queriendo protegerme, le
quitaba importancia diciendo que el viejo estaba loco y que vivió obsesionado y
en perpetuo pavor intentando hallar respuestas a su paranoia. ¡Pobre
incomprendido! Sólo yo conozco la fortaleza que demostró para llegar a anciano
soportando tanto sufrimiento mientras luchaba contra el mal que poseía el
objeto que lo hizo caer en desgracia. No guardo rencor a mi desdichada madre,
al contrario, sé que su vida no fue sencilla, subsistió menospreciada, al igual
que mi abuela, por pertenecer a un seno familiar extravagante para los cánones morales
y cívicos que se suponían correctos. Sin contacto con las personas que nos
rodeaban, nos mudábamos constantemente de ciudad en cuanto aparecía un ápice de
relación social. Entonces no lo entendía, pensaba que todo correspondía al
comportamiento corriente de una madre soltera de la época que tenía que criar a
su hijo y cuidar de un padre enfermo sin poder permitirse otra cosa que no
fuera trabajar y mantener una mínima ilusión de cordura en el hogar. Al madurar
comprendí que ella sólo quería alejarme del estigma y el caos que le tocó vivir.
Cuando
el abuelo Smith se fue para siempre, mi madre temió que yo acabara como él. No
se confundió. A pesar de su protección, nada pudo hacer cuando él, sin
pretenderlo, como si de una herencia macabra se tratara, me pasó el testigo de
un trastorno que se dejaba adivinar en mi curiosidad morbosa por investigar su
pasado. Aún era un adolescente cuando ella también partió. Con el tiempo, mis
indagaciones se convirtieron en una obsesión febril de auténtica pesadilla. Después
de examinar durante años sus pertenencias, manuscritos y recortes de prensa, me
dediqué a viajar en busca de las más recónditas bibliotecas, a profundizar en oscuras
sociedades secretas, a vagabundear en un mundo paralelo de sustancias
psicotrópicas y a acercarme a líderes de tenebrosas sectas. Fueron años de
confusión que me hicieron comprender finalmente que, cuanto más me acercaba a
los misterios de mi abuelo, más me enredaba en su mismo desconcierto enfermizo.
Descubrí
que cometió, producto del poder maligno que lo manejaba de forma
semiinconsciente, unos horribles crímenes que marcaron su tormentosa vida.
Cuando supo de sus actos, se convirtió en un ser extraño e infeliz que, por
suerte, pudo combatir el resto de sus días contra esa fuerza que siempre lo
acompañó. Por desgracia yo no soy tan fuerte. Tardé en darme cuenta del dominio
que ejercía sobre mí, pero, aunque ya es tarde y no puedo devolver la vida a quien
se la arrebaté, ni enmendar el daño que a tantos he infringido, hoy pondré fin
al laberinto aterrador en el que me encuentro y que me ha llevado a vivir experiencias
que asustarían al místico más osado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)