1 de febrero de 2022

El Monolito Resplandeciente

La deslucida imagen de Providence tras la puesta de sol, evocó en mí un morboso deseo de visitar la derruida torre que había frecuentado con mi abuelo siendo niña. Entonces no entendía nada, pero ahora que he legado su obsesión tengo que honrarle encontrando el Monolito Resplandeciente, ese objeto blasfemo que se oculta entre aquellas sombras perpetuas y que devolverá a El Caos Reptante a los abismos. Esa enormidad ominosa acabó con mis progenitores y con los insensatos que lo devolvieron a la vida. Pobres idiotas. No fueron conscientes de que el más despiadado visitante de remotas estrellas no respetaría ni a sus estúpidos devotos. Mi abuelo quiso instruirme, intentó acabar con la abominación que me privó de mis padres y advirtió a las autoridades sobre la sombra que se cernía sobre todos, sin embargo, lo encerraron como a un vulgar perturbado el resto de sus días.

        No sé si las garras de Nyarlathotep ya se habrán extendido como ciclópeos tentáculos por la ciudad. Tal vez esté esperando paciente entre los escombros de la vieja torre para empezar conmigo lo que no pudo con mi abuelo. Lo que sí sé es dónde está el Monolito, y eso equilibra las fuerzas.


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